RECITIUTM

Dimensión Transcendental de los Pobladores de los Nevados una Contextualización Sociocultural

Marisela Molina1 Universidad de los Andes (ULA) molinamejias70@gmail.com ORCID: 0009-0000-1114-0461

Severio Dugarte Peña 2 Universidad de los Andes (ULA) dugarte severio09@gmail.com ORCID: 0009-0001-0017-5885

José Gregorio Rondón 3 Universidad de los Andes (ULA) jgrerondona@gmail.com ORCID: 0009-0004-5260-4655 Recibido: 05/03/2025 Aceptado: 25/04/2025

RESUMEN

La dimensión trascendental del ser humano, se considera como un espacio de conexión de la persona del sector rural andino con aspectos que van más allá de ellas mismas dentro de la ecología del desarrollo humano, construyéndose desde su nacimiento en el día a día. Siendo utilizado socioculturalmente para transcender en el tiempo que merecen ser revalorados de acuerdo con principios éticos. A tal fin, el presente artículo tiene como propósito develar la dimensión transcendental de los pobladores de los nevados una contextualización sociocultural. Se desarrolló metodológicamente apoyada en el paradigma cualitativo, bajo el enfoque fenomenológico hermenéutico, por poseer un carácter reflexivo emergente, apelando para ello a la formulación narrativa realizadas por distintos pobladores respecto a la cosmovisión de su entorno socio cultural, tradiciones como parte fundamental de la historia de vida diversa y compleja. Buscando interpretar y comprender su espiritualidad, dándole significado a sus experiencias vividas durante su recorrido diario. Como técnica de recolección de datos, se utilizó la entrevista focalizada cuyos instrumentos aplicados fueron la guía de entrevistas. Los resultados del análisis evidenciaron que los pobladores de Los Nevados poseen una rica experiencias socio cultural. Igualmente, se destaca la importancia de la internalización de las dimensiones, siendo facilitadoras de la condición humana andina, traduciéndose en las acciones cotidianas del ambiente socio educativos y comunitario, incidiendo en el clima adecuado que posibilita el aprendizaje para la vida.

Palabras clave: Dimensión Trascendental; Pobladores andinos; Sociocultural.

Transcendental Dimension of the Residents of Los Nevados, a Sociocultural Contextualization

ABSTRACT

The transcendental dimension of the human being is considered as a space of connection of the person in the Andean rural sector with aspects that go beyond themselves within the ecology of human development, being built from birth on a daily basis. Being used socioculturally to transcend time that deserve to be revalued in accordance with ethical principles. To this end, the purpose of this article is to develop the transcendental dimension of the residents of the Nevados in a sociocultural contextualization. It was developed methodologically supported by the qualitative paradigm, under the hermeneutic phenomenological approach, for having an emergent reflective character, appealing to the narrative formulation made by different residents regarding the worldview of their socio-cultural environment, traditions as a fundamental part of the diverse and complex life history. Seeking to interpret and understand their spirituality, giving meaning to their experiences during their daily journey. As a data collection technique, the focused interview was used, whose applied instruments were the interview guide. The results of the analysis showed that the residents of The Nevados have a rich sociocultural experience. Likewise, the importance of the internalization of the dimensions is highlighted, being facilitators of the Andean human condition, translating into the daily actions of the socio-educational and community environment, influencing the appropriate climate that enables learning for life.

Keywords: Transcendental Dimension; Andean inhabitants; Sociocultural.

Introducción

En los actuales momentos se ha venido debatiendo sobre cómo la persona transciende en sus diferentes espacios de vida. De ahí, persistentemente ha sido el centro de atención de un todo complejo. Entonces, es interés el saber de una manera ontoepistémica el modo de comportamiento del ser humano ante los diferentes retos presentes en la vida, y de esta forma comprender la esencia misma de la persona, y en fin poder hablar objetivamente de ella. En este orden de ideas, se puede afirmar que el humano, por tener la virtud de ser racional axiológico, es polifacético; es decir su visión por naturaleza siempre tiene distintos intereses convergiendo permanentemente en ella.

Del mismo modo, por presentar tanta riqueza en sus formas de pensar, no agota toda su profundidad de hechos y experiencias en cuanto a sus formas de vida diaria. Así pues, se podría inducir que la persona por tener la capacidad de pensar, reflexionar y actuar se ubica en una dimensión de auto posesión consciente de ser racional onto epistémico y axiológico. Es entonces, asumiendo la osadía de referirnos extensamente a la descripción precedente de la historia de vida de los habitantes del pueblo de Los Nevados del estado Bolivariano de Mérida. En esta línea y partiendo de estas vertientes, nos ubicamos en hacer referencia extensiva a la descripción de las características axiológicas de los habitantes de Los Nevados altar de los pueblos del sur como lo expresa el sr. Omar Sánchez hombre nativo de este peculiar pueblo andino.

Se observa claramente, por ejemplo, hombres y mujeres Nevaderos mantienen sus creencias espirituales de sus antecesores, pues hacen en los primeros meses del año su paradura del niño, ofreciéndola en agradecimiento por tener un techo y por sus fructíferas cosechas que le sirven como insumos para su alimentación diaria, o intercambiarlos por otros necesarios. Igualmente, la tradición de San Isidro Labrador quien pone el agua y el sol. La virgen del Carmen y la de los desamparados, por estar siempre en sus tareas diarias, y la de San Antonio Bendito. Así como los días de la semana santa, llenos de fe y de esperanza por la renovación espiritual. Es decir, comprender la vida social y a través de la exploración del ser dan significado transcendental de su accionar diario.

De ello, se deduce ciertos aspectos importantes, no dejando pasar por alto, que este poblador del altar de los pueblos del sur de Mérida - Venezuela, está en estrecha conexión con las raíces humanas, más profundas, refiriéndose a la dimensión del ser integral, no es solo a nivel individual y familiar, sino también en el plano transcendental de lo social, cultural, religioso e histórico. En consecuencia, la persona de Los Nevados esta estructuralmente hecha para las relaciones interpersonales más valiosas, llenas de afecto en todas las dimensiones que lo constituyen.

Por esta razón, esta exposición permite visualizar una reflexión interna, un accionar y cavilar nuevamente para una transformación consiente y espiritual sobre sí mismo, ante la problemática ineludible pareciese aflorar espontáneamente en nuestras notas históricas de la población de Los Nevados, del municipio Libertador del estado Bolivariano de Mérida-Venezuela, ciertas interrogantes. Ante tal situación preguntamos: ¿Se puede ser persona, en el sentido más rico de la palabra, emigrando de la relación de amor con aquello que sustenta y alienta todo el querer humano? Teniendo en cuenta todo lo anterior descrito, el planteamiento de esta cuestión, nos sitúa en la dirección correcta de nuestro interés doctoral, por dar repuesta en el presente artículo e indagando en el pasado socio cultural de los pobladores de Los Nevados en lo referente a las dimensiones de su humanismo integral, no dejando de lado nuestros esquemas previos sobre lo que fue alguna vez relevante en el crecimiento personal de sus habitantes.

El Poblador de Los Nevados en su Comunicación de Pensamiento

En cualquier contexto socio cultural donde exista vida siempre va hallarse una comunicación entre las especies que lo habitan. En la cual es la excusa perfecta para hablar sobre sí mismo, en donde se expresan los pensamientos de amor, querencias y afectos sobre las raíces más profundas, el respeto, la solidaridad permanente entre personas está a la vista de todos. Es fácil observar como el día a día se muestran estos aspectos que hacen del nevadero un ejemplo de vida a seguir.

Por tal razón, los habitantes de Los Nevados como jardín de nieves, se establece un panorama continuo amplio sin cortes, fieles sinceros a estos valores humanos característicos de su idiosincrasia, pudiendo dar respuestas resilientes oportunas a las vicisitudes del diario vivir, cualquier situación por difícil que sea, les recuerda una vivencia, que está siempre presente y, al mismo tiempo los detiene en el pasado, representando una enseñanza infinita de vida a futuro. En este particular, Salazar (2010), refiere:

…todo parentesco socio cultural tiene su historia. Es producto de un largo proceso de convivencia solidaria de la gente compartiendo éxitos y vicisitudes. Y sobre todo proyectando afinidad y la convicción de una conciencia histórica común: tener los mismos orígenes, compartir los mismos bienes, los mismos ancestros y valores. (p.159).

Cada persona tiene un pensamiento diferente a los demás, algunos con espíritu emprendedor, otros de trabajar y ganando con el sudor de su frente el sustento del día, llevar a su humilde hogar el pan para compartir con sus seres amados, en el fin de semana comprar su panela de dulce, café, sal y harina, en fin, para su alimentación entre otras necesidades requeridas, pasando gran parte de su vida ayudando a los demás siempre apegados a la fe, y la esperanza en el Dios creador. Por tanto, no hay tiempo para lujos, ni el derroche, valorando en su justa dimensión cada aspecto solicitado para conllevar la vida de forma armónica consustanciada con su entorno socio cultural. La construcción de la comunicación del pensamiento del amor se sostiene entre otras cosas sobre el vínculo estrecho de lazos en la familia. En este caso se nutre de una tradición poderosa de representación, erigidos claramente sobre relatos en los que los padres eran al mismo tiempo símbolos emblemáticos de valores humanos materializados en la familia y el hogar, que marcaron significativamente el desarrollo del ser humano.

A tal efecto, pretendemos buscar el valor humanista del pensamiento de amor de las personas que viven en esta localidad. Caracterizados por ser gente amante de la paz, honesta, humildes serviciales, que conlleva a la organización a su desarrollo natural, cumpliendo con su misión de vida trazándose propósitos, sabiendo aprovechar adecuadamente todos los recursos naturales y elementos que componen lo socio cultural.

Pues nada, hoy más que nunca estos pobladores se sienten orgullosos de haber nacido en esta tierra de gracia, en donde han pasado gran parte de sus vidas, quienes se organizaron empíricamente para defender su derecho de existencia plena, no somos ajenos a esta concepción humanista del nevadero como tal. El amor por la tierra donde nacieron, creció y vivieron se origina la conciencia en la memoria de tantos seres amados, llevándome a las querencias del baúl de los recuerdos para devolverle de una u otra forma todo el amor a ese pequeño rincón andino, quien les dio identidad. Por esto a nuestro juicio, es puntual ajustarnos al desarrollo comportamentales que han tenido las personas, vinculados con el amor y el pensamiento de vivir para la eternidad, emprendiendo un viaje en el tiempo; es decir, como se presenta ella en el auto descubrimiento, con todo ello nos damos por satisfechos.

Dimensión Transcendental del ser del Poblador de Los Nevados y su desarrollo.

La cuestión es que, el nevadero por ser parte de este sector andino presenta sentimientos, espíritu dependiendo de su enriquecimiento diario, de fe en un ser supremo, está reconstruyendo permanentemente su lugar en el mundo; buscando un espacio natural para desenvolverse, en búsqueda permanente de hacer perenemente el bien, transcender en la vida, con una cosmovisión definida, interconectada, en donde no hay manera de escaparse de su destino. En estas circunstancias eternamente será un ser de certeza y de justicia, porque logro auto descubrirse como persona, siendo obra y semejanza de Dios, justo ante las adversidades resiliente. Entonces el espíritu de ese ser supremo hizo al hombre nevadero a su imagen y semejanza para dominar sobre todo el ecosistema que rodea la tierra.

En este orden de ideas, al observar en forma directa, como los habitantes viven el cada día, en este pueblo de Los Nevados jardín de nieves, con características socio culturales propias, como es el de siempre ver en ellos una sonrisa de amabilidad, humildad y perseverancia embarrada de resiliencia ante las diferentes adversidades presentes.

Ellos poco a poco han podido trascender a través del tiempo, unos seguir allí en sus raíces luchando e ir consumando algunos avances de sobrevivencia para vivir con dignidad, sin tener que migrar de su terruño, otros desafortunadamente han migrado acosta de su voluntad, pero jamás dejan de inmortalizar sus lindos recuerdos de este encantador y mágico pueblo andino que los vio nacer. Cada obstáculo fortalece la querencia sobre la familia, la distancia ha brindado nuevas perspectivas de ver el mundo, emigrar ha permitido moldear y muchas veces apreciar afinidades, encontrando el camino para el reencuentro, capacitándolos para componer un nuevo ser. Moldeados a imagen y semejanza de sus ancestros.

Allí, el pasado cobra una fuerza importante en el desarrollo del ser, pues de él depende sus más remotos recuerdos. Así que abordaremos la narrativa de la dimensión transcendental del ser nevadero, siguiendo intuiciones desde la experiencia y saberes cercanos, con esta población, a partir de esta imagen poderosa de recuerdos del pasado, describiendo con claridad la función de las vivencias desde adentro de ser humano. De allí, la trascendencia de que el nevadero reconozca y promueva su propia identidad socio cultural, la cual, según Martínez (2009), se manifiesta como:

La toma de conciencia de las diferencias y las similitudes referidas a comunidades, grupos sociales y entidades con procesos históricos similares o incluso disímiles… Como el conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elemento cohesionador dentro de un grupo social y que actúan como sustrato para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia (p. 36).

Por otra parte, la dimensión transcendental del Nevadero tienen cierta caracterización en cuanto a su conexión con el pasado, las cuales han variado muy poco sufriendo, pequeñas adaptaciones, por ello su desaparición no necesariamente cambia las costumbres y tradiciones, es allí donde se valora la trascendencia, como se puede observar en los espacios sociales, culturales de la comunidad, en donde a pesar de la situación socio económica y tecnológica del país, esta ha influido muy poco en la transculturización de muchas costumbres que forman parte del acervo. Indudablemente, la dimensión transcendental del Nevadero es de vital importancia onto epistémica y axiológica, pues es a través de ella logramos explicar los aportes de sus habitantes, en el contexto socio histórico y cultural andino, de manera de lograr reconocer y tener conciencia plena de estos aspectos.

Vivencias, de los naturales del Pueblo de Los Nevados.

Tomando en consideración el enfoque investigativo etnográfico nos atrevemos a describir algunas experiencias y saberes tomados de la historia oral que cuentan los pares, adentrándonos a su entorno familiar, tomados como punto de referencia para dar explicación exhaustiva, en este caso circunstancial del mismo contexto socio cultural que tuvieron que hacerlo sus primeros pobladores que llegaron a ocupar esta tierra mágica, enfrentándose a las condiciones existenciales, carencias de salud vividas, arrojados fuera de su lugar de origen.

Comenzamos entonces por mencionar la experiencia relatada por un miembro de una familia nevadera de la aldea del centro poblado. Un testimonio de ello, Dugarte Peña, conformada por Mariano Dugarte y María Genarina Peña, quienes vivieron 18 años los embates de esta realidad social, desde los años 1957 al 1975, preferían no comer con tal de compartir sus alimentos con alguien que lo necesitaba, decían estos viejos Dios proveerá y así era. O en esos tantos viajes realizados por el camino viejo hacia la estación Loma Redonda del teleférico, cuando le daba un mal de paramo a los turistas en su trayecto, como se preocupaban los arrieros por esas personas, buscando de cualquier manera su estabilidad en salud.

Ambos infatigables apelaron a migrar a la ciudad de Mérida por una fuerte enfermedad de su esposa, no teniendo la posibilidad de ayudarla en su salud tomando la decisión de irse de su tierra. Vendiendo el esfuerzo de tu trabajo, dejando la casa paterna como herencia a sus progenitores, como lazo irrompible de sus raíces más profundas, arreglando a sus cuatros hijos y sin mediar palabras se enfilo hacia Mérida que los esperaba sin los brazos abiertos.

En este sentido, Mariano Dugarte era un nevadero de fe inquebrantable, en su aspecto más noble por naturaleza, consciente de su ser racional, muchas veces manifestó en tiempos difíciles, cuando se terminaba la sal, el café, la harina entre otros; señalaba: “doy gracias a Dios por estar vivo, tener salud y verlos a ustedes que están sanos, eso es un gran regalo de Dios.” Cuando salía muy temprano y se iba ala dura jornada de trabajo se despedía con una oración, y por las noches llegaba haciendo su ritual de costumbre, encendía una vela en el altar replicando oraciones en silencio.

Esto lo aprendió de sus padres y este a su vez los transmitió a su descendiente, quienes hoy día mantienen esos valores espirituales de fe en Dios, quien es el creador de la vida, podemos entonces indicar que Mariano Dugarte transcendió en su legado hoy en día, orar y rezar, el padre nuestro con mucha fe ha permitido saber que hay un Dios vivo, misericordioso con nosotros, su esposa Genarina Peña lo secundaba en estos menesteres reafirmando siempre: “tengan fe en el señor de la misericordia y a la Virgen del Perpetuo Socorro, ellos nos protegerán y nos ayudará en los momentos difíciles.”

A tal fin, cuando fallecía uno de los habitantes del pueblo, se observa que cada poblador eleva una oración por el difunto y ellos, todos en conjunto van a su velorio a rezar, llevando en sus manos una vela, flores, alimentos o están dispuestos sin pedir nada a cambio en ayudar en lo necesario. En fin, son personas humildes y para ellos el rico o el pobre son todos iguales, porque comprenden que lo importante es servir. Pues, el deseo de servir no se acaba con el fin de la vida, sino que, al contrario, se multiplican.

Asimismo, cuando alguien necesita un favor del otro, ellos se ponen de acuerdo cooperando y solventando de forma resiliente cualquier solución ante el problema. En sus siembras por ejemplo se da lo que ellos llaman: “yo te ayudo y tú me ayuda.” La idea es que todos ganemos. Por esta razón, el nevadero se caracteriza por ser una persona que con estudios o sin estudios han podido comprender la dimensión transcendental de la persona, por tanto, son acogidos por la empatía. De igual forma, se puede observar ante cualquier circunstancia que experimenta un ser de esta localidad, ellos son unidos y con valores humanos, aun estando fuera de su terruño son apreciados porque tienen como herencia de sus antecesores andinos de ser gente y creo que es la razón que tiene lugar en cualquier espacio del mundo.

Por ello, para este grupo de pobladores lo imposible es posible siempre que se cuente con amigos que verdaderamente estén con ellos en la buena y en la mala, al contar con estas personas con deseos de hacer las cosas positivas, lo imposible pasa a ser extraordinario. En este sentido, Puig (2020), señala: “Hay dos cosas que siempre me han importado mucho. Una de ellas es mostrar que un montón de imposibles son posibles. La segunda cuestión que me importa es mostrar que muchas cosas que nos parecen ordinarias en realidad son extraordinarias. Es extraordinario, tener amigos, es extraordinario poder hablar, poder andar…”

De manera tal, Mariano con su humildad y perseverancia cada día al iniciar su faena en el campo, ritualmente se hacia la señal de la cruz y se encomendaba a Dios y a la Santísima Virgen para que le diera fuerza y valor durante el día en su trabajo a desarrollar. Por ello, consideramos que la dimensión transcendental de Mariano y Genarina con su humildad, les permitió concientizar y comprender espiritualmente que en esta vida la persona tiene una misión, es la de dar gracias a Dios todos los días por lo que tiene y por lo que no tiene sirviendo al necesitado cuando se pueda. Entonces, aquellos días de resiliencia, pero por la fe y el amor de pareja se unieron en un matrimonio por civil y por la iglesia, pudieron sobrevivir en unos ambientes hostiles, pero llenos de humildad, siendo rectos, honestos, honorables, íntegros, decentes, con una moral ética intachable e irreprochable de ellos en este pueblo, pues vivieron experiencias de alegrías y tristezas. Así, ver nacer un hijo, escuchar su llorido, poderlo tomarlo entre sus brazos, besarlo, poderlo oler, abrazarlo verlo crecer y saber que está bien de salud, es una bendición de Dios. En aquel tiempo, Mariano y Genarina vivieron esas alegrías. Transcendiendo en su dimensión socio cultural.

Por cierto, dentro de sus alegrías al ver nacer a sus hijos María Selsa el 30 de abril del año 1959, a David el 25 de abril de 1961, Severio el 11 de febrero del año 1964, y la tuñeca María Consuelo como acostumbraban decirlo al último hijo en el pueblo, el 10 de mayo de 1967. Asimismo, sus hijos naturales Ramón Peña, María Eulalia Peña e Isidro Dugarte presentes en sus vidas por su actitud positiva en el contexto del amor a esta familia andina, siempre fue motivo de alegría, juntos en la memoria inquebrantable de lazos de amor familiar, en este jardín de nieve donde el afecto puestos en la querencia, dejan expuestos a los elementos de lo socio cultural propio en la que intentaron vivir siendo felices y transcender en el tiempo.

Así, Eulalia la primogénita de Genarina Peña, quien apoyó a su madre con los labores del hogar y lavar los pañales de sus consanguíneos recién nacidos, asumió la responsabilidad que la vida le asigno, brindándole el apoyo incondicional, hoy días sus hermanos dan gracias a Dios por haberla tenido como una segunda madre, a Ramón quien estuvo siempre apoyando a sus padre en los quehaceres de la agricultura y ver las bestias mulares en los campos, donde se soltaban en su adolescencia, rápidamente él migro a la ciudad en búsqueda de su papá en Caracas, el cual luego lo encontró y se estuvo un tiempo en la capital, lo reclutaron y fue al cuartel a cumplir con el servicio militar obligatorio.

No obstante, Ramón con sus características especiales como el de ser amoroso con su mamá y sus hermanos, dentro de la dimensión transcendental de su persona, realizó varias acciones intachables en su actuar hacia su familia, como fueron: Con su actitud de alegría, positiva y emprendedora fue quien motivo a Genarina Peña y Mariano Dugarte para tomar la decisión de migrar definitivamente a la ciudad de Mérida por cuanto compró un terreno en el sector capilla de las Mercedes en donde viven actualmente. En ese nuevo espacio compartieron experiencias de riesgos y plagados de incertidumbre que se adentran en sueños reales de vida, convirtiéndose en extensiones del ser, viéndose obligados a cambios fundamentales para sobrevivir al futuro incierto.

Prueba de ello, su dimensión transcendental personal, pudo cambiar esta realidad de seguir resistiendo una vida de pobreza económica, Mariano Dugarte trabajaba como arriero para el señor Miguel Castillo, quien le pagaba solo con harina de trigo, panela y sal, abusando de la buena fe de este hombre quien necesitado de llevar sustento a su hogar era explotado sin límites.

Generando etapas de conflictos en la mente vulnerable de su padre, porque a través de la fortaleza del cuerpo de un campesino se construía la fortuna de su patrón. Ramón recuerda una vez que visitó a Los Nevados, llegó muy molesto al observar como Miguel Castillo abusaban de la nobleza, ellos le colocaban piedras en sus mochilas, en donde llevaba la comida, lo cual era objeto de burla para ellos, el pobre Mariano Dugarte cuando llegaba a la casa a sacar sus productos de la mochilá se encontraba con esta sorpresa, lo cual su esposa y sus hijos lo tomaban de mal gusto. Sin embargo, dio siempre una imagen aparentemente de tolerancia, resultando una metáfora convincente del valor humano.

Otra acción transcendental importante fue el hecho de ayudarlos hacer la casa en Los Llanitos de Tabay en donde actualmente viven, en fin, aun con su espíritu de alegría y de perseverancia siempre ha estado pendiente de la familia. Aparte de esto Ramón es músico, toca el violín muy bien y esto engendro en el entorno familiar la afición hacia la música de sus hermanos menores. Es decir, aquella pareja sembró valores humanos, la perseverancia y el temor a Dios que todo lo puede y nunca desampara, fueron moldeados en comprender al humano como es y dispuestos a ayudarlo en lo que se pueda. Todo esto nos permite explorar la existencia humana de esta familia, con la cual pretendemos dar una aproximación apriorística de ellos, no tan alejado del resto de los habitantes de Los Nevados.

De tal manera, el “ser” puede comprobar al “deber ser”, solo a través de las relaciones transcendentales, puede la persona tomar conciencia de su “yoidad” personal. Total, con su espíritu de alegría, humildad y perseverancia esta familia de Los Nevados en manos de Ramón marco la pauta en su ayuda incondicional al desarrollo, representando una dualidad de amor y afinidad, teniendo mucho que agradecerles siendo un gran hermano, ejemplo a seguir demostrando en sus compromisos de trabajo y familiar, ser responsable y tenaz en sus decisiones.

Al igual por cuanto siempre apoyo con sus bonitas palabras de aliento para que sus hermanos menores continuasen sus estudios en la universidad, observándose muy contento y orgulloso por verlos graduado de Licenciado en Educación, mención Educación Física en la ilustre Universidad de los Andes del estado Mérida – Venezuela. En está vivencia se condensa de muchas maneras el efecto que la trascendencia del nevadero ejerce en los espacios socio culturales en donde se encuentra.

Isidro hijo natural de Mariano Dugarte en su vida, siempre decía: “en la vida en primer momento se debe orar al Dios supremo, en segundo actuar con pasos positivos y ser perseverante en los retos.” Igualmente, recalcaba el secreto está en el yo, quien debe ser esclavo de los buenos hábitos, en demostrar siempre rectitud, honestidad, integridad, decencia y con moral intachable e irreprochable, para poder tener dignidad ante cualquier reclamo. Por estas concepciones podemos afirmar que el éxito logrado de la familia Dugarte Peña, está en la transcendía que han puesto sus hijos, en comportamiento socio cultural y hoy sus legados siguen en pie dentro de toda su familia.

Por otro lado, se destaca las opiniones de María Selsa y María Consuelo, quienes cuentan que su amada mamá Genarina Peña siempre les decía: “hijas si algún día les toca trabajar en una casa de familia nunca, pero nunca se les ocurra agarrar lo ajeno, eso es pertenencia de esa familia y si ven algún dinero en un lugar déjelo o avisen, pero no lo tomen, pues puede ser una prueba para ver si son honestas y no lo contrario.”

Asimismo, merece la pena subrayar, lo expresado por María Selsa, quien con lágrimas en los ojos al decir que: “su papá Mariano Dugarte fue un hombre de mucha fe y siempre le decía: ¡Hija debes ser humilde y no se le ocurra tomar cosas ajenas, ve que en el cielo hay un Dios que todo lo ve y te puede ir mal en la vida! Entonces, relata que Mariano siempre decía fíjate yo, quedé huérfano a los ocho años y tuve que pagar la urna de mi mamá con mi trabajo y construí esta bonita casa para ustedes y nunca, pero nunca he tenido problemas con la ley por acciones ilegales, más bien le doy gracias a Dios todos los días por tener salud y poder trabajar honradamente para poder traer los alimentos para esta casa. En fin, una bonita enseñanza para vivir en la dimensión de transcendencia personal entre familia en paz.

Es por ello, María Consuelo hoy en día es una mujer que representa el gentilicio de la merideñidad al ser emprendedora, perseverante y responsable en su trabajo diario y consecuente con sus buenos mensajes de orden en su hogar, pues sus hijos los ve crecer con sus orientaciones moldeadas por sus padres a su forma de actuar ante la vida y de acuerdo a su dimensión transcendental, enfrentando en su vida momentos difíciles, por esto creemos que este fenómeno de resistir en búsqueda de la felicidad y satisfacción personal enseña a graduarnos de gente y actuar de la mejor manera en servicio de aquellos que nos necesitan.

Por otro lado, David nacido y criado en Los Nevados que en paz descanse, fue un gran trabajador y su vida se la dedico a la construcción de techos de teja en la ciudad de Barinas, fue un gran hijo amoroso con sus padres, siempre pendiente y los ayudo económicamente. Su comportamiento y actitud positiva dejo grandes amigos, una familia con buenos principios humanos que hoy siempre lo recuerdan como el maestro de la construcción de los techos de teja en toda Venezuela transcendiendo en el tiempo y en el espacio.

Bajo esta perspectiva, la familia Dugarte Peña juntos muestran los elementos socio culturales de la comunidad de Los Nevados, ayudándonos a reflexionar onto epistémicamente sobre aquellos aspectos que resultan familiares o con los cuales nos sentimos plenamente identificados, reconociendo y aceptando como propia, no alejándonos de ello sino acercándonos, conformando la identidad socio cultural del andino merideño. Así como, actuar de inmediato para resolver los diferentes problemas que se presentan en la cotidianidad, que en muchos de los casos exceden la transcendencia del ser humano, afectando la calidad de vida con dignidad humana. Por tanto, exige de valores humanistas para promover la armonía y consolidar la paz consigo mismo, así como también velar por el sentido de conservación que constituyen el patrimonio socio cultural más valioso de la familia.

Metodología

El artículo se desarrolló metodológicamente apoyada en el paradigma cualitativo, bajo el enfoque fenomenológico hermenéutico de Miguel Martínez (1996): “es un método de investigación cualitativa que busca comprender la experiencia humana a través de la descripción e interpretación de la esencia de las experiencias vividas,” por poseer un carácter reflexivo emergente, apelando para ello a la formulación narrativa realizadas por distintos pobladores respecto a la cosmovisión de su entorno socio cultural, tradiciones como parte fundamental de la historia de vida diversa y compleja.

Buscando interpretar y comprender su espiritualidad, dándole significado a sus experiencias vividas durante su recorrido diario. Como técnica de recolección de datos, se utilizó la entrevista focalizada cuyos instrumentos aplicados fueron la guía de entrevistas.

Reflexiones Finales

Hoy en día, podemos afirmar que, si efectivamente en la vida hay metas, a las cuales se debe enfrentar con convicción, creer siempre en uno mismo, con ello se puede lograr cualquier cosa, mientras exista la fe y la creencia en Dios todo es posible, él siempre está con nosotros, invocándolo, adorándolo, como enseñaron nuestros padres, pues han sido muchos los desafíos, oportunidades y retos asumidos en la vida como la de los pobladores de Los Nevados. Esa es una forma de transcender espiritualmente.

Así pues, conociendo la familia Dugarte Peña desde un enfoque etnográfico a través de sus memorias histórica pudimos caracterizar a los pobladores de Los Nevados con su contextualización sociocultural, ellos develaron su entorno de transcendencia, al saber que dependen de la fe en un Dios protector, que no los van a dejar desamparados, basados en una interrelación entre ellos mismos, convivir en los diferentes lugares de esfuerzo y dedicación del trabajo honrado y su desarrollo espiritual en que todo le va a salir bien por la gracia de Dios.

Evidentemente, no todo es brillante, el ser de la persona va a depender de la dimensión transcendental, basada integralmente en el desarrollo humano, donde la responsabilidad es compartida por la familia quien educan a sus hijos para que actúen bien. En fin, como lo señala Denis (2019):

El ser humano es un sujeto con derechos y obligaciones, que es capaz de transcender de su “animalidad” hacia un comportamiento netamente bondadoso, constructor, noble e integrador, gracias a su racionalidad y varios fenómenos internos del ser humano. En cuanto procesos conscientes o inconscientes con los que se caracteriza su vida interior como individuo, tales como percepción, aprendizaje, entendimiento, voluntad, memoria, sentimientos, afectividad, entre otros… (p. 30).

Entonces, cabe resaltar dentro del contexto de los pobladores de Los Nevados, se pueden observar la trascendencia espiritual de muchas personas, quienes aun sin tener grado de instrucción, sino por ser humildes, colaborativos con un espíritu de ser gente ante cualquier obstáculo que se le presenta un cristiano, no importándoles su color de piel, condición social y/o posición económica; sea negro, blanco, pobre o rico, ellos están dispuestos siempre en servir sin nada a cambio.

Por esto, observamos, desde la mirada de sus descendientes entrar en el baúl de los recuerdos mostrando como Mariano Dugarte y Genarina Peña Nevaderos de pura casta. Manifestaban su bondad ante situaciones de vida inesperadas. De todo esto, se desprende que la dimensión trascendental del ser humano es un asunto complejo de la propia vida, puesto que el contexto socio cultural interviene y repercute claramente sobre el desarrollo pleno de la vida.

Pues bien, si como seres humanos no sabemos manejar de modo equilibrado las diferentes situaciones que la vida nos brinda, estaríamos fragmentando una cadena de armonía, que se volverá en contra. Por tal motivo, debemos aprender a internalizar el entorno socio cultural donde vivimos, desde el mismo momento que tenemos uso de razón, al poder conocer que con simples comportamientos podemos transcender fortaleciendo nuestras raíces más profundas. Lo importante es vivir cada minuto de nuestras vidas, con espíritu de fe, con humildad y confianza en Dios, siendo justo y con empatía se puede superar cualquier reto que se nos presente en este espacio terrenal. En fin, las dificultades que se nos presentan hay que superarlas y estamos invitados a mantener la confianza inquebrantable en Dios en su poder y su presencia. Por tanto, como lo dice Puig (2020), “transcender es y abrirse a los otros, entregar a los otros, buscar un desarrollo espiritual que vaya más allá de lo cotidiano, dejar un legado o huella a seguir la historia de vida en sus tiempos del ganadero rico Job.” (p. 19).

Por tal motivo, es fundamental, estar al tanto, de la importancia que posee el entorno socio cultural para la vida; pues bien, la dimensión transcendental del ser depende de ella, es un aspecto del ser humano en el que los diversos actores familiares deben involucrarse sistemáticamente, a través de actuaciones serias donde reine el esfuerzo diario, al contribuir con la paz interior.

Referencias Consultadas

Denis, F. (2019). Antropología, filosofía, teología. Universidad Cuenca – Ecuador.

Martínez, B. (2009). El aprendizaje de la cultura y la cultura de aprender. Convergencia vol.15 no.48 Toluca. Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México.

Martínez, M. (1996). Hacia un nuevo paradigma de la racionalidad. En Revista Antrhopos Venezuela. Librería Editorial Salesiana. Caracas. Venezuela.

Puig, Mario Alonso (2020). El Cerebro Humano solo es creativo cuando le llevas al límite. https://marioalonsopuig.com/wp-content/uploads/2020/07/Executive-Excellence-Mario-El-Guardian-de-la-Verdad.pdf Consultado: 22/02/2025.

Salazar, L. (2010). Pedagogía de la identidad cultural. Caracas: Universidad Pedagógica Experimental Libertador

©2025 por el autor. Este artículo es de acceso abierto y distribuido según los términos y condiciones de:



ISSN: 2443-4426 Licencia de Creative Commons Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional
.

Enlaces refback



ISSN: 2443-4426  Licencia de Creative Commons  Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional
.